Partiendo del respeto de cada ser por realizar el sueño de jugar futbol profesionalmente y teniendo en cuenta la cantidad de variables que lo podrían establecer desde lo físico, técnico, estratégico y sobretodo lo psicológico; quiero reconocer la importancia de la actitud en los procesos tanto de formación como de alto rendimiento.
Las circunstancias de vida por más difíciles que sean no pueden determinar los comportamientos y mucho menos el rendimiento deportivo, existen muchísimos ejemplos que dan fe de ello. Donde grandes deportistas crecieron en condiciones de vida verdaderamente complicadas pero no fueron un obstáculo, por el contrario, sirvieron de motivación para forjar el carácter y transformar su actitud ante los desafíos establecidos en el camino de su formación deportiva pero aún más en su vida.
La construcción de una buena actitud es el reto para cada deportista, en esa búsqueda tendríamos que tener en cuenta los siguientes aspectos:
1. Darle prioridad a lo que verdaderamente sume en el sueño, no gastar mi energía en cuestiones que me alejen o peor desenfoquen mi concentración en el ahora, el presente, vivo día a día y siempre estoy preparado. “lo más importante en la vida es que lo importante sea lo más importante “(ESTEVEN COVER).
2. Mi actitud no puede estar determinada por una frustración o perdida, la tarea no es dejar de poner mala cara o sentir tristeza con una mala presentación, lo importante es tener la determinación de desahogarte, luego serenarte y aceptar que las cosas son como son y no siempre como me gustarían, de esta manera, una mala experiencia siempre traerá consigo una gran enseñanza.
3. Trabajar con alegría no solo ayuda en mejorar mi estado anímico, contagia y crea un ambiente propicio para el desarrollo de objetivos grupales, construye el optimismo por encima de lo negativo y ante las mismas circunstancias, siempre se obtienen mejores resultados, porque mi alegría no me lo da nada externo; parte de mi propio ser, y es gratis.
4. Desarrollar un liderazgo partiendo de buenas intenciones por colaborar y ayudar a tu equipo, no existe un líder que no sepa escuchar y que lleve consigo principios y valores humanos por encima de sus objetivos personales.
Hablando de procesos de formación es una tarea importante para los profesores, o yo, los llamaría mejor motivadores, ayudando siempre a no perder el ánimo y el amor por lo que se hace. “Que nadie más se acerque a ti sin que al irse se sienta un poquito mejor y más feliz “(MADRE TERESA DE CALCUTA).