Toke Toke con Pablo Pachón

Entrenando emociones

Muchas veces olvidado, la importancia del entrenador es igual a la del capitán de un barco dirigiendo por medio de su timonel a buen puerto su equipo.

Cuando hablamos de un entrenador se nos vienen a la mente muchos recuerdos e ideas que van más allá de la táctica y la estrategia, pensamos en abrazos, felicitaciones, motivación, cariño y sobretodo un ser de otro planeta que por medio de su dedicación y amor me convirtieron en un compañero y amigo leal, pero sobretodo en un deportista integro por medio del fútbol.

Pienso en el mejor entrenador y tengo que hablar de sensibilidad “capacidad para percibir sensaciones a través de los sentidos, o para sentir moralmente”; desarrollarla de manera natural es nuestro reto, sin dejar de lado la necesidad de estar a la vanguardia por medio de la preparación académica.

Cuando el entrenador tiene la facultad de crear en su deportista la conexión de mente y corazón, suceden cosas increíbles y genera en su alumno una inteligencia de juego, pero sobretodo un futbolista fuerte emocionalmente dispuesto y preparado para cualquier reto que le ponga la vida. Esta sensibilidad lleva a conocer y tratar a cada integrante del equipo de manera adecuada sin olvidar la meta pero sacando lo mejor de cada alumno en beneficio del grupo.

No existen buenas o malas estrategias si llevan consigo una intención de crecimiento grupal, guardando el rol de cada uno de los integrantes. Ni un perfil específico de un entrenador ganador o exitoso, la magia es desarrollar capacidades y destrezas en tu equipo, donde se vea reflejado la manera más natural de tus pensamientos y emociones.
No te garantizo un resultado, pero si el éxito y satisfacción, que tus pupilos nunca te olvidarán el resto de sus vidas.